DIAMANTES Y BRILLANTES: ¿SON LO MISMO?
, por Arnau Sorribes, 1 Tiempo mínimo de lectura
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La confusión entre los términos brillante y diamante es muy habitual. A menudo en la tienda de Roosik&Co. nos encontramos con personas que utilizan estas palabras como sinónimos; pero también se da el caso en el que se utilizan como si se tratara de dos tipos de gemas diferentes. En realidad, se trata de conceptos diferentes.
En joyería, el término brillante hace referencia a una manera determinada de tallar las gemas, lo que se conoce técnicamente como la talla brillante. El diamante, en cambio, es el nombre que recibe la gema, el mineral.
La talla brillante es una de las más populares en joyería. Tradicionalmente, este tipo de talla ha sido muy utilizada en diamantes, ya que potencia su belleza natural al favorecer especialmente la reflexión de la luz y, por lo tanto, su brillo.
La talla brillante dispone de un total de 57 facetas -o caras- y es la típica imagen que nos viene a la cabeza cuando pensamos en un diamante: una gema de apariencia redonda si la miramos desde arriba y con la parte inferior acabada en corazón invertido. Esta talla ha sufrido cambios en el tiempo, y durante un período bastante largo, ciertos talladores añadían una faceta más -una cara más-, recortando la punta del corazón invertido que comentábamos. Esta faceta "extra" respondía a cierta superstición hacia el número 57, pero fue desapareciendo ya que afectaba negativamente a las características ópticas de los diamantes.
La popularidad de esta talla, y el hecho de que tradicionalmente haya sido una de las más usadas para los diamantes, ha llevado a omitir la palabra diamante y a utilizar brillante para referirse a diamantes en esta talla. Pero de hecho, para ser precisos con el lenguaje y a la vez evitar malentendidos, es recomendable hablar siempre de "diamantes en talla brillante".
Joyero, clavador, gemólogo y diseñador por la UB y el JORGC. Especialista en diamantes naturales.