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Un sí en la Toscana · A Dispersée Love Story

Hacía meses que Adriana ya lo tenía todo listo para su viaje a La Toscana con Gerard. A los dos les hacía mucha ilusión fotografiar una escena idílica en estos parajes de ensueño: ¿qué tal un picnic durante una puesta de sol? A Adriana, que es fotógrafa de profesión, le encantaba la idea y decidió llevarse de casa mil y un detalles para poderlos utilizar de atrezzo: un mantel, lucecitas, la cesta ... Lo que no sabía ni se esperaba era que ese instante que capturaría pronto con la cámara se convertiría en uno de los más mágicos de sus vidas.
   

  
Mientras Adriana preparaba el viaje, Gerard ya tenía el anillo de compromiso escogido y muy cerca... Lo guardó en casa durante un mes y medio! Era muy divertido ver cómo, cada día, Adriana estaba a dos palmos del anillo sin saberlo. Gerard tenía la teoría de que "si quieres esconder bien algo, lo tienes que dejar a la vista de todos para que pase desapercibido".
  
Por fin llegó el día de partir de viaje y de sacar el anillo de su escondite. La joya fue a parar a la mochila que los acompañaría cada día y donde llevaban todo lo necesario para visitar los pueblos, museos e ir a los restaurantes italianos…  
  
  

   
Gerard y Adriana tenían planeado hacer el esperado picnic durante el tercer día de su estancia en Italia. Visitaron Siena y compraron la cena: un buen vino y comida en una de las tiendas típicas del barrio antiguo. Quizás porque Siena enamora tanto que pasas más horas de las que tenías previstas o, sencillamente, aquel no debía ser el día ... Pero la puesta de sol los enganchó en el coche, paseando, eso sí, entre campos de viñedos, prados y cipreses.
  
No les quedó más remedio que posponer el picnic para el día siguiente (y Gerard tendría una nueva oportunidad para pedirle compromiso). La ruta del día les marcaba Perugia. Esta vez no querían llegar tarde a la puesta de sol, así que la visita fue rápida y después de comer ya fueron de camino hacia la localización.
  
 

 
Llegados a la colina, prepararon enseguida la escena soñada. Adriana estaba inmersa en su mundo haciendo decenas de fotografías aquí y allá. Justo cuando iba a guardar la cámara, Gerard le dice: "hagamos la última fotografía con el temporizador a 10 segundos". "Una foto más?", Pensó Adriana, "si tenemos un montón!". Pero Gerard, en su interior, comenzó la cuenta atrás: 4, 3, 2 ... y en el último segundo, mientras ella le sonreía, la miró y las palabras le brotaron de los labios: "¿Quieres casarte conmigo? " CLIC. Gerard ofreció el anillo de compromiso justo en el momento en que se disparó la cámara. Tenían la instantánea de aquel recuerdo para toda la vida.
  

   

Como os podéis imaginar, la respuesta fue un sí rotundo

 
  
Ay, la Toscana, uno de los lugares más románticos para pedir matrimonio: buen clima, paisajes de película y gastronomía perfecta para disfrutarla con todos los sentidos. Gerard no pudo escoger mejor lugar para pedirle compromiso, aunque Adriana le hubiera dicho que sí en cualquier lugar del mundo...
  

    
  ♡ Historia Real vivida por Gerard y Adriana en La Toscana (Italia) en agosto de 2021
  
♥ Por cierto, la zona del picnic se encuentra en los alrededores de Agriturismo Baccoleno ;)

 

 

  

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