Marc quiso sorprender a Ester llevándola al Café Nueva York de Budapest. Hacía unos días que estaban de vacaciones, aprovechando los días libres de las fiestas navideñas, y había oído hablar de que esta era "la cafetería más bonita del mundo". Comieron allí, acompañados de la música de un pianista que tocaba en directo, y al terminar la comida subieron las escaleras que llevaban al hall del Hotel Boscolo que conectaba con el Café. No había nadie allí arriba, sólo un árbol gigante de Navidad lleno de luces y guirnaldas, y un sofá de color claro.
Marc se marchó unos minutos para poder colocar el anillo de compromiso dentro de una cajita para hacerlo lucir aún más. Volvió al hall, se sentó junto a Ester y le dio un sobre. Dentro, estaban las fotografías que marcaban los momentos más especiales que habían vivido juntos en los cuatro años de relación que llevaban, ordenadas de las más recientes a las más antiguas. Marc contenía la respiración mientras Ester iba pasando las fotos, una tras otra, con la cara iluminada por la emoción. Al llegar a la última imagen, la del día en que se conocieron, a ella ya le empezaron a caer las lágrimas. Sentía que estaba a punto de pasar algo importante. Y justo en ese momento, Marc sacó la cajita que tenía escondida detrás de la espalda y la abrió, ofreciéndole un solitario con un brillante precioso: "¿Quieres casarte conmigo?". Ester quedó sin palabras. Y después de mirar el anillo y Marc, Marc y el anillo, logró decir: "Sí, quiero". Al día siguiente volvían a Girona con el souvenir más especial de sus vidas ...
- Historia real vivida por Marc y Ester en el hall del Hotel Boscolo de Budapest (Hungria) el diciembre de 2016